Noticia compartida desde la página web vozpopuli.com
Las grúas de obra son parte del paisaje de un país, el nuestro, que ha cimentado gran parte de su crecimiento en la construcción. Artefactos de toneladas de peso destinados a mover grandes cantidades de material de un lugar a otro del tajo que pueden sufrir ciberataques.
Aunque se trata de que sean completamente seguras, siempre puede haber errores. Lo que resulta más inesperado es que estos se circunscriban en gran medida a la ciberseguridad. El mando a distancia con el que son controladas es vulnerable a ciberataques que permitirían a terceros manejar las grúas, con el peligro que esto supone por el peso que mueven y la fuerza que poseen.
La mayoría de estos mandos de radiofrecuencia (RF), según la empresa de ciberseguridad Trend Micro, son de bolsillo y cuentan con botones y joysticks, muy similares en su construcción y diseño a los de consumo más ‘mainstream’.
Estos transmisores utilizan un transmisor (TX) que envía ondas al apretar alguno de los botones o manipularlo que hacen que la grúa interprete determinadas acciones: moverse a izquierda, a la derecha, levantar la carga, activar determinadas funciones, etcétera. A diferencia de los dispositivos de consumo, los radiocontroladores industriales están integrados de forma generalizada en aplicaciones críticas para la seguridad.